sábado, dezembro 18, 2010

Bienvenido

Justo cuando empezó el frío,
cuando largos abrigos empezaron a esconderme,
me dio por mirarme... y te encontré.

¡Bienvenido a esta casa y suerte en el camino!
Discúlpame los hábitos adquiridos
y los miedos mediocres,
el pasado demasiado largo
y este primer desahogo, no refinado.

Es que no tengo consejos para darte,
ni verdades a transmitir...
yo empecé hace poco a vivir y todo lo que sé es buscar.

¿Qué te puedo decir?...

Que merece la pena este mar,
que en mi barco tendrás tu sitio,
y que siempre, siempre, podrás remar.

1 comentário:

  1. En solitario o acompañado, remar es un placer, cuando las aguas están tranquilas. Si las aguas se inquietan se nos presenta un interesante desafío. Y si la mar está brava, ¡ay de nuestra espalda! Gracias queridinha, por ofrecerme un sitio en tu barco.

    ¡Buen viento y buena mar!

    ResponderEliminar